09 octubre, 2011

En un despejamiento total volviste solo. Me buscas. Te preguntó qué es lo que querés y todavía es una respuesta que no me podés dar. Entonces.. qué carajo hacer? Ya me ordené conmigo misma, y en este momento me volvés a desequilibrar. ¿Cómo poder seguir mi cámino? Sos una piedra con la que dudo que volvería a tropezar. Te espero.. te espero, y aparecés. Ya no estoy más llorando por vos, miremosle el lado positivo. Aprendí a despejarme sola y creo que es lo mejor que hice en estos últimos meses. Ya no te busco más.

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